miércoles, 16 de febrero de 2011

febrero '11

Si algo pensé de mi verano, era que iba a ser aburrido. Creo que en el fondo siempre imagino aburridos a los veranos: me termino imaginando sentada en la pc jugando a los sims y tomando tereré sola o algo por el estilo. Por suerte, alguna gracia divina hace que cada verano sea diferente y muy particular. Este es uno de los mejores que tuve. Me da culpa, pero casi no estuve en casa como para tener tiempo de aburrirme. Mi hermanita detesta que me vaya de casa. Lo bueno es que cada vez que me quedo (tampoco para exagerar, ponele 2 veces por semana) es como si fuera navidad para ella. Lo bueno es que todos los días hay algo loco para hacer. Todos los días. Sí: el hecho de tener novio contribuye. Va a haber alguien que siempre va a querer que vaya a su casa el día que sea a la hora que sea. Mis amigos también, ahora sí que puedo decirlo con firmeza. Por una vez (creo) no estoy enojada con eso de que la gente cambia, de que las cosas no son como antes. Estamos mejor todos. Encontrarme con mis compañeros de la primaria fue sentir más o menos eso. Es genial que ahora, unos cuantos años más tarde podamos decir hey! Sos un capo, por qué no nos sentamos antes a hablar? No era tan difícil. 
Hace unos meses no creía posible sentirme tan bien. Las cosas se acomodaron. Y si algo aprendí en estos meses, es a no dejarme desanimar. La rabia de los últimos días de facultad hacían que todo me sobre-preocupara (al pedo). Entendí que en la facultad también hay personas que rápidamente iban a ser mis amigas y otras que de igual manera no. Que las relaciones ahí dentro pueden durar toda la carrera o una semana para un parcial. Que hay rivalidades y peleas por estupideces. Aprendí (ahora, a lo lejos) a valorar a las personas que en el primer año me ayudaron, me aconsejaron y sin conocerme se sentaron a ver quién carajo era yo, qué cosas me gustaban, qué cosas no. En qué podían ayudarme y en qué podía ayudarlos. A ellos los banco y a ellos extraño. Ah! No veo la hora de volver a la facultad y sentarme a charlar en el pasto de cualquier cosa. Por ahora, voy a seguir aprovechando el verano para ver a todos los que durante el ciclo lectivo se cuelgan. Quizás también para sacar un par de fotos más antes que los días de sol se vayan. Ojalá las cosas fueran siempre así. 

1 comentario:

whatiamtoyouisnotreal dijo...

Si, el tiempo ayuda a que todo se acomode Lu. Me alegro que las cosas se esten encaminando como deben.