Hacía mucho que no podía decir que el mundo se estaba volviendo loco. Vino mi tío de visita, fue el cumpleños de Leo, hoy es el cumpleaños de Charo, en fin; todo está de cabeza. En realidad no, en lo absoluto, el tema está en que muchas de las cosas que estaban re seguras (como vendran leyendo) de repente se dieron vuelta, y viceversa, las que no lo estaban se estan asentando y me estan volviendo un poco loca (no al mundo, sino... ) a mi.
Antes de que me olvide: me robaron el cuaderno, ni siquiera pude sacarle una foto, una lástima. Lo dejé (literalmente lo dejé, tengo testigos, no deliro) encima de mi carpeta antes de salir fuera del aula, volví y no estaba. Reaparecieron los duendecitos que en bariloche tanto nos atormentaron, seguramente. Sino no sé quién puede llegar a querer un cuaderno casi vacío con el contac a punto de despegarse todo mm. Aunque sea re improvable tengo un sentimiento tremendo de que va a volver a aparecer solo.
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