¿Alguna vez estuvieron tan cansados que no pudieron siquiera dormirse?

DG me dio el sábado un anotador que me había dejado Jess hace mucho para mí. En todo el fin de semana no pude encontrarla conectada para darle las gracias, debido al déficit en el crédito que me cargaron este mes (ando con recarga S.O.S. y doy gracias de que todavía los mensajes no me marcan error cuando los quiero enviar). Pensé que iba a verla en el Despelote Artístico pero se le complicó, pienso que voy a verla esta semana pero estoy segura de que eso no va a pasar. Como ermitaña profesional seguramente vayan a invitarme a algún lado y no voy a tener ganas o no voy a poder, aunque hey! se viene semana santa... quizá las cosas sean diferentes y aunque sea en estos días nos podamos pegar una escapada al Freak, como mínimo.
En fin: el corso que organizamos salió más que bien. Fui con toda la seguridad de que, al no saberme ciertas partes de la coreografía, no iba a participar para absolutamente nada pero El Deber Ser (malo de la obra, van a tener que ir a vernos para saber quién es) me agarró por el brazo cuando estaba sentada en una ventana ajena a todo y me ató al show de marionetas. Los chicos empezaron con toda la coreografía y la gente los aplaudió a más no poder antes de que empezaran las Matanzas, después de las mismas, antes y después del antidesfile. Charo me pintó re linda la cara. Matías, 7 años, tenia un mp3 entre los ojos y yo le hice unos colmillitos de vampiro que le quedaron horrorosos; pero por suerte él estaba contento (cuando crezca y vea las fotos sé que no va a sentir lo mismo). Nos quedamos a ver a la murga Paquetequede, cervezas a tres pesos de por medio (¡tres!), un espectáculo de luces y un par de bandas. Me sorprendió ver a tantos ex compañeros de fotografía y tantas cámaras lindas que me daban un poco de bronca de habernos quedado sin pilas justo cuando todo estaba por empezar. Ah: pero no se preocupen. De todos los escrachos hay fotos y videos, próximamente puestos en alguna parte de internet sin tener sin excepción piedad por nadie.